jueves, 1 de agosto de 2013

♠ 5 POESÍAS DE LIBERACIÓN. POESÍA LOCURA EXTRAORDINARIA

Carlos Villa Valle, poeta de la selva, San Martín Moyobamba. 5 poesías para su amable difusión. Compartiendo siempre poesía. Tienen regionalismo selvático y al último de cada poema van sus significados.



Poesía locura extraordinaria

Antes, escribir poesía era un simple y acomplejado gusto estético de acomodar palabras y sólo crear belleza, lejos muy lejos de los problemas humanos, sin preocupación del mensaje, razón por la cual sólo se acercaban lectores de esa dimensión y con más respaldo económico. Se decía que escribir poesía era una cuestión de ilusos y románticos, porque es lo que menos se lee.

Hace más o menos un siglo atrás, la poesía abrió su corazón y su cerebro a lo humano y lo social; liberó su verso pero sin perder lo estético. Verso libre, estética libre, poeta libre, de tal manera que aumentó poetas más que lectores, convirtiéndose eso de escribir poesía en una locura extraordinaria, en un bello instrumento para impulsar la paz, la libertad, la justicia y una mejor sociedad. Ahora nos toca aumentar lectores. Hay que ir al pueblo Y cantarle versos de liberación. Sólo si eres libre puedes liberar a los demás.



DESTINO

Yo no maldigo
las tinieblas
sólo enciendo
la luz.



A MI MADRE

Mi madre era caridad,
amor y solidaridad.
Mujer: arcilla guerrera.
Mujer: dulce rumi.

Pura selva. ¡Mamilluini!
Hubiéramos sido doce,
se les murió la primera
tose, tose y tose.

Era muy pobre como muchos.
A veces no tenía que servirnos,
entonces mascullaba la miseria
y repartía sus virtudes.
Mujer: trigo postergado.
Mujer: valiente muro de amor.

Era muy bonita, bonitilla
como ella sola, Doña Aguedita.

Con sus dedos la vida araba
y con sus lágrimas la regaba,
sacaba el pan como una náufraga
y sin  fragua la multiplicaba.

Y más hermosa como madre.
Y más grande como “padre”.
Nunca fue ausencia.

Me enseñó la escucha y la firmeza,
duro con la lucha, tesón y entereza,
que el hambre y la pobreza,
son invento de unos pocos,
y combatido será con buenos cocos.

Sólo mashaquear y mashaquear.

El maldito cáncer, a traición
la atacó sin contemplación
y, con la muerte al instante
forcejeó desafiante.

Un mes, el oncólogo ignorante,
triste había dicho.

No seré tu capricho,
un primero de noviembre moriré.
Y así cumplió lo dicho,
fue como ella quiso.
Chagnó la muerte.

De enero terminal que se pronunció
1º de noviembre falleció.

Para no vivir de aflicciones,
de su vida saco lecciones.
Su recuerdo es aliento, acero puro.
Mujer: valiente muro de amor.

Muy seguro con su partida
sólo nos adelantó la ida,
ley natural de la vida.
¡GLORIA ETERNA DOÑA AGUEDITA!

Regionalismo selvático:
Rumi.- Piedra.
¡Mamilluini!.- Interjección de pesar y dolor.
Bonitilla.- Hermosa, guapa.
Cocos.- En la selva hace referencia al estudio y la reflexión.
Mashaquear.- Insistir.
Chagnó.- De chagnar, amarrar.




POESÍA PLANETARIA

Heródicamente sangriento
el capital flamea su ismo.

Sin importar el mañana,
como estúpida alimaña,
enciende el follaje
para extraer el potaje
intoxicándose de monedas.

Los dardos de humo Co2
hieren al mundo y sus tratados,
trituran su verde fertilidad
y calientan sus arterias cósmicas.

Luego el deshielo planetario
trastorna el mar y su poesía,
ensangrentando sus alas
desnudas de playa.

Tiernos como frágiles mariposas,
caen primero los niños y las hojas.
Los árboles sacuden su cabellera ploma,
tristes se echan al hombro sus raíces
y se pierden en el horizonte.

Poesía planetaria,
lanza tu grito matorral,
organiza las orillas de los ríos
y establece el mañana verde.
No nos quedemos a esperar.




BANDERITA PERUANA

Banderita peruana
Pacuyada por shicaperos
Yanayacus de la corrupción.

Siempre, siempre mancillada.
Siempre, siempre utilizada.

Desde tu mástil observas
la niñez escolar sin escuela
juventud trabajadora sin trabajo.

Sacude en cada flama banderita
Huayra churi libertario.

Banderita peruana
No te dejes mancillar

Banderita peruana
No flamees
al gobernante uñasapa.

Regionalismo selvático:
Pacuyada.- Sucia, ensuciada.
Shicaperos.- Ladrones.
Yanayacus.- Aguas negras.
Huayra churi.- Remolino de viento.
Uñazapa.- Ladrón, raterazo.



NIÑO DE LA NADA

Mi dolor se ilumina como sangre
desierta.
Baja como lluvia seca aurorada
frente a ese montículo de niños
 tumba-umas, de casas sin puertas
con nombres desfigurados y
apellidos enterrados.

La calle también es privada
y tienes que vivir bajo los puentes,
abrigadito con la mortecina luz
de tus negras costras habladoras.

Niño de la nada,
del cerro, el pedregal, el polvo,
la orilla y el puente.
Los molestas como moscas
y vives como si no viviera nadie.

Uno a uno caminando
a bordo del silencio
barridos en albergues
para que no hables
en la ferias comerciales,
grandes cumbres planetarias
del verdugo y el oro.

Niño de la nada,
levanta tu bandera invisible,
que lo vean todos los dolores,
las lágrimas y el apetito postergado.

Que brille gota a gota,
la roja sangre polvorienta
derramada en combate y sudor
empapada de firmeza.

Niño de la nada,
amarra tu sufrimiento,
tu hambre y dolor.
Encadena tu ignorancia
y sale a buscar sabiduría
ciencia y batallas.

Niño de la nada,
quema tus temores escondidos,
escupe el mar y las tinieblas
levántate y cobra tus desvelos.
Anda, camina en la felicidad conquistada.

Regionalismo selvático
Tumba-uma.- Cabello revuelto.

1 comentario:

  1. ¡Bellas palabras, a mi me gustan mucho las frases de Mario Bendetti, muy inspiradoras siempre!

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